fresón

Los fresones y las fresas crecen en el fresal, son hierbas perennes pertenecientes a la familia de las rosáceas. En realidad, cada fresa no es una fruta sino un racimo de frutas de hueso muy pequeño. Son de forma cónica a casi redonda y en función de la variedad son de color rojo brillante o rojo anaranjado. Con una pulpa perfumada, jugosa y mantecosa, que se deshace en la boca a la mínima presión, con un sabor ácido a dulce muy aromático.

Los fresones son mas grandes que las fresas.
Fragaria, llamado comúnmente freseras, es un género con varias especies de plantas rastreras. Su nombre deriva de la fragancia que posee (fraga, en latín). Son cultivadas por su fruto (fresa o frutilla). Las variedades cultivadas comercialmente son por lo general híbridos, en especial Fragaria x ananassa, que ha reemplazado casi universalmente a la especie silvestre, Fragaria vesca, por el superior tamaño de sus frutos. Una vez lavadas las fresas y los fresones se pueden comer solos o servidos con zumo de naranja, moscatel, nata, leche condensada o crema de leche. Triturados se emplean en helados, mermeladas y confituras.

No es conveniente manipularlas en exceso y tampoco exponerlas al calor. Hay además que lavarlas en el último momento antes de servirlas, justo un poco antes de quitarles el capacho y sin dejarlas a remojo para que no pierdan su jugo. Por su sabor dulce y perfumado, las fresas son deliciosas cuando se toman al natural, pero se pueden escoger distintas formas para servirlas: sin sus pedúnculos y azucaradas, colocadas en forma de pirámide con hojas de fresas dispuestas en diferentes lugares, espolvoreadas con un poco de pimienta o rociadas con zumo de naranja, limón o un buen vinagre balsámico para realzar su sabor. Quedan exquisitas bañadas con Beaujolais, burdeos o cava. Las fresas a las que se han retirado los pedúnculos sueltan su jugo si se espolvorean con azúcar.

A estas frutas se les atribuye diversas propiedades, sobre todo por su abundancia de vitamina C, presente en mayor cantidad que los cítricos. Una persona adulta sana necesita 60 miligramos al día de vitamina C y 100 gramos de fresas o fresones satisfacen la totalidad de las recomendaciones. Este nutriente posee una comprobada acción antioxidante, al igual que las antocianinas y la vitamina E presentes en las fresas y fresones. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino de los radicales libres.

Las fresas y los fresones limpian el aparato digestivo, son adecuadas para personas que sufren de artritis, reumatismo o gota, eliminando los excesos de ácido úrico. La fresa es una fruta considerada popularmente como un magnífico remedio saludable. Lineo, (el gran botánico sueco), recomendaba su consumo como tratamiento paliativo para la artritis, el reuma y la gota. Previene el cáncer, elimina arrugas regenerando la piel y purificando la sangre. Ayuda a las personas con presión alta y es muy recomendada en dietas para perder peso.

Recopilación de información: 3w-cocinafacil.okidoki.com.co

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