papa criolla

Originaria de América tropical, el cultivo de papa criolla se extiende desde México hasta el norte de Chile. Taxonómicamente pertenece a la familia Solanacea, serie tuberosa, de las cuales Colombia es centro de origen de 3 especies entre las que se destacan comercialmente la solanum tuberosum spp. Solanum andigena y la solanum phureja (papa criolla).

También llamada amarilla, yema de huevo, guata y colorada. Es un alimento autóctono. Por sus características requiere de un manejo diferente al de otras variedades de papa. En ocasiones al cosecharla ya tiene yemas en proceso de germinación, esto no es ningún defecto, sino una de las características de esta variedad. Lo que nos dice es que el tiempo de almacenaje es corto por eso debe comprarse solamente la que se puede utilizar a corto plazo porque no debe guardarse por más de 2 semanas y a temperatura máxima de 7 a 10 grados.

Esta papa tiene un sabor delicioso y se pueden preparar como entradas, sofritas con mantequilla y sal, o parte de los ingredientes de sopas, purés, guisos, tortillas entre otros.

Para conservarlas se deberán colocar en la parte baja de la nevera y si no se pone en ambiente fresco, seco y tenue. Como tiene piel muy delgada pierde humedad muy fácilmente lo que hacen que broten sus yemas, se torne verde y desarrolle un sabor amargo.

La papa o patata (Solanum tuberosum) es una planta perteneciente a la familia de las solanáceas, originaria de América del Sur y cultivada en todo el mundo por sus tubérculos comestibles. Domesticada en el altiplano andino por sus habitantes hace unos 7.000 años y fue llevada a Europa por los españoles. Con el tiempo su consumo fue creciendo y su cultivo se expandió a todo el mundo hasta posicionarse como uno de los principales alimentos para el ser humano, siendo la base de la alimentación de millones de personas. Es una delicia culinaria en muchas regiones del mundo y hay decenas de platos que la tienen como ingrediente principal. Existen muchas variedades que los expertos han desarrollado, muchas de las cuales van quedando obsoletas por la aparición de otras con mayor rendimiento y adaptabilidad. Las variedades se pueden diferenciar por el color de la epidermis y de la pulpa, la resistencia a enfermedades, la duración del ciclo de cultivo y los requerimientos nutritivos, entre otras características de relevancia productiva. Los cultivares de papas modernos suelen ser de forma redondeada, con la piel amarilla o rosada, la pulpa blanca o amarilla y los ojos poco profundos. En los países altiplánicos se conocen variedades de piel púrpura, azul o bicolor, de carne azulada, violeta o amarilla y de formas alargadas, curvas o casi esféricas. Debido a la nueva cocina, existe un interés renovado por las papas de colores poco habituales para agregar novedad o para adornar los platos y están saliendo al mercado cultivares que recuperan las características antiguas. Entre algunas variedades podemos mencionar las papas criollas, sabaneras, pastusas, canchán, tomasa, amarilla, blanca, colorada, tarmeña, huamantanga, negra, perricholi, peruanita, coctel yungai, asoberana, carbitas, cachonegra, camota, cielo, huicaña, magallanes, michuñe blanca, ñocha, pachacoña, paparuna entre muchas otras que según el país varían de tanto de nombre como de características.

Recopilación de información: 3w.cocinafacil.okidoki.com.co

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